Asumió su función hace un año. Cuando renunció Paula Vizio en educación, el gobierno lo fue a buscar a Carlos Jorge (h) para que colabore en dicha área.
Dijo que sí, con la única condición de trabajar ad-honorem. “Bueno, por ahora está bien”, le respondieron.
Pasó el tiempo, Jorge fue creciendo en la consideración de propios y extraños, su labor comenzó a dar sus frutos y a obtener el reconocimiento de los principales actores relacionados con el mundo de la educación.
Pero no sólo eso. Comenzó a involucrarse también en otras áreas, resultando casi una rueda de auxilio para diferentes carteras del Ejecutivo.
Hace pocas semanas lo volvieron a llamar y le dijeron que lo designarían Director de Educación, para ocupar el cargo que dejó vacante Vizio y que formalmente nunca fue cubierto.
La respuesta de Jorge fue la misma que hace un año. “Sigo trabajando, pero ad honorem”, sentenció.
Lo que dicen en la gestión
En el Ejecutivo quieren que cobre. “Nos parece lo más lógico”, esgrimieron. “Además está pendiente de su función todo el día”. “Es muy capaz y muy trabajador. Está siempre predispuesto. Es razonable que cobre”, arremetieron.
Carlos Jorge sin embargo reiteró que no lo hará y que prefiere seguir como “asesor ad honorem” por más que hoy en día sus funciones dentro de la educación local exceden largamente ese título.
Raro, poco frecuente, pero genuino. Coincide además con el perfil bajo que el funcionario eligió para su trabajo. “No, prefiero que hablen otros”, respondió muchas veces a LA PALABRA fue consultado para hacer una nota.