
“¿Cómo una play? ¿Qué es eso?”, preguntó una señora mayor a la titular de Defensa del Consumidor, Martina Rabbiosi.
“Yo nunca compré eso, ni sé lo que es…”, arremetió la mujer, entre incrédula y con bronca.
Es cierto, la abuela jamás compró ninguna Play Station. Ni sabe lo que es. Pero lo cierto es que comenzó a llegarle a su resumen de cuenta como si lo hubiera hecho.
¿El motivo? Cada vez son más las estafas que se están cometiendo con tarjetas de crédito o débito.
“Hay muchos más casos que los que la gente cree”, advirtió la funcionaria.
“El de la mujer mayor a la que comenzaron a cobrarle por la play que nunca compró es uno más entre muchos”, insistió.
“Incluso, precisó, han llegado resúmenes con gastos en euros o dólares, por supuestas compras en el exterior, cuando la persona nunca salió del país”.
“Es muy parecido al caso de la maestra que ustedes publicaron en el diario, a la que comenzaron a descontarle de su sueldo por un supuesto plan de ahorro y capitalización que nunca contrató”, dijo Rabbiosi a LA PALABRA.
“Hoy el robo o clonación de datos personales es muy fácil de hacer y a partir de contar con esa información, pueden hacer cualquier cosa”, advirtió.
“El otro día, agregó la funcionaria, vino una mujer descompuesta de los nervios. En el resumen de la tarjeta de crédito comenzaron a cobrarle tres pares de zapato que nunca compró.
Encima zapatos carísimo, de una marca súper conocida”.
Como es el modus operandi
Al respecto, insistió la titular de Defensa del Consumidor, el modus operandi de los responsables de las maniobras es en casi todos los casos el mismo.
“Generalmente roban los datos de la persona por internet, mandando mails, promociones o encuestas.
Hay especialistas informáticos que con mucha facilidad son capaces de robarnos cualquier tipo de dato, por más personal o reservado que resulte”, explicó.
“Por eso, instó, hay que tener mucho cuidado cuando recibimos en la computadora consultas o promociones. Incluso cuando realizamos operaciones on line, que hoy están tan de moda. No todas son seguras. Cuando ingresamos nuestros datos, no sabemos a quién se los estamos ofreciendo…”.
Recomendó por tal motivo usar sólo sitios seguros, no responder consultas o encuestas que resulten extrañas y en caso de realizar operaciones on line hacerlo únicamente con sitios que cuenten con la aprobación de otros usuarios. Pidió también sospechar o tomar recaudos frente a ofertas muy ventajosas.
Qué conviene hacer
Por supuesto, admitió la funcionaria, evitar caer en la trampa no es sencillo.
Por eso, dijo, para no pagar por productos o servicios que nunca contratamos, es importante revisar y leer con detenimiento los resúmenes de las tarjetas.
“Muchas veces ni miramos lo que nos llega y pagamos confiados que lo que nos están cobrando es lo que corresponde. Ese es otro error. Antes de pagar, primero hay que leer el resumen y saber muy bien lo que estamos pagando”, advirtió.
“Sólo así, dijo, advertiremos si estamos siendo estafados o no. En tal caso, si detectamos que pretenden cobrarnos por un producto o servicio que nunca contratamos, lo primero que debemos hacer es reclamar en el banco”. Hay 30 días para hacerlo luego de recibir el resumen, informó.
“El banco es solidariamente responsable. Por lo tanto tiene que investigar el motivo por el cual en el resumen nos aparece un gasto que nunca hicimos”, señaló.