A partir de este verano todas las piletas que se ofrezcan en alquiler para cumpleaños, bautismos y otros eventos sociales o particulares deberán tener habilitación municipal y contar con servicio de guardavidas. Así lo anticipó esta semana el Dr. Leandro Banegas en diálogo con este medio.
“El propósito es que todas las actividades que se realizan estén ajustadas a derecho y en este caso particular disminuir la posibilidad de daños o accidentes”, explicó.
“Podrán decir que nunca pasa nada, pero eso es hasta que pasa. Por lo tanto no podemos esperar que pase para tomar medidas y actuar en consecuencia”, señaló.
“El objetivo es prevenir y que todos estemos más tranquilos y seguros”, defendió Banegas ante el crecimiento de la actividad y la cantidad de quintas y piletas que actualmente son alquiladas para realización de eventos particulares.
Alcances de la medida
Explicó el Director de Inspección General que desde ahora todas las quintas y piletas que se ofrezcan en alquiler con fines comerciales deberán tener habilitación municipal y guardavidas.
Aquellas que no lo hagan, advirtió, serán pasibles de multas (como ocurre con cualquier comercio no habilitado) y deberán hacerse cargo en forma exclusiva de cualquier daño o perjuicio que pudiera ocurrir a terceros.
Dicha responsabilidad, amplió, resultará extensiva al propietario del predio y al organizador del evento. “El fin no es poner trabas a nadie, sino hacer las cosas como corresponde”, insistió.
Lo que se persigue
Afirmó Banegas que “a lo que apuntamos es a cuidar a las personas y proteger los bienes del Estado”.
“Si ocurre una desgracia en una pileta no habilitada, el municipio puede resultar pasible de una demanda judicial que después terminamos pagando entre todos los vecinos”, agregó.
“Incluso, dijo el funcionario, ocurre lo mismo con el propietario de la quinta. Ante cualquier accidente, no es lo mismo que la pileta tenga habilitación o no. Por lo tanto la medida también tiene como objeto proteger al dueño de la pileta”.