
El viernes recibió a Alejandro Korn. El clásico de los clásicos. El partido con más historia entre ambos y el partido que más quieren ganar los dos. Encima ambos llegaban líderes y se medían por la punta.
Para Athletic terminó siendo decepcionante. Jugó mal, hubo errores individuales y desde el banco, y Korn lo terminó ganando en tiempo adicional 62 a 60 luego de empatar 53 a 53.
Pero el miércoles volvió a jugar, de nuevo como local, se recuperó y rápidamente pudo superar la derrota con Korn. Venció a Gimnasia y Esgrima de La Plata por 76 a 69 y nuevamente se prendió en la pelea.
La derrota con Korn encendió las alarmas
El partido del viernes no fue unos más. Fue un nuevo clásico que ya tiene una historia de diez años, lo que marca la intensidad con la que se vive cada partido versus Alejandro Korn, tanto dentro como fuera de la cancha. Dos rivales que en el fondo se respetan pero dentro de la cancha lo único que importa es ganar.
El resultado y el desarrollo del juego demostró lo tensionante que es este tipo de encuentros. Desde el inicio hasta el final ninguno pudo sacar diferencias significativas, tal es así que terminó definiéndose en tiempo suplementario.
En cuanto al juego, Athletic no logró aprovechar las ventajas que el rival ofrecía. Nunca le encontró la vuelta. Sólo tuvo buenos pasajes individuales de Alfonso García y Laureano Della Schiava. Pero nunca pudo hacerse fuerte cerca del aro donde contaba con diferencias a favor. No se vio un juego fluido sino más bien trabado. Se vio un Athletic quieto, sin ideas, sin conducción.
Tal vez lo más llamativo fue la parte defensiva, en la que Athletic tiene su mayor fortaleza. Si bien el goleo no fue abultado, por mérito de la entrega de los jugadores, Korn pudo realizar su juego sin mayores complicaciones.
Por supuesto la derrota dolió y mucho. Pero como lo demostró el miércoles, Athletic tiene como jugar bien y hacerse fuerte.
Es un equipo que hace mucho tiempo que juega junto, que conoce sus debilidades y fortalezas.
Es cierto que es un equipo con un promedio de edad alto, pero que siguen demostrando que todavía están a la altura.
Sólo resta que quien conduce al equipo pueda ajustar los detalles partido a partido, y así generar el plus necesario para que este equipo esté en lo más alto del torneo.