En las últimas semanas, con el aumento de las temperaturas y los días de extenuante calor, comenzaron a aumentar también las quejas de jubilados por las largas colas en los médicos de cabecera de PAMI para pedir recetas.
En muchos casos deben esperar en la vereda, al rayo del sol, sin sombra ni baño.
“Por favor escriban una nota en el diario, a ver si se puede hacer algo”, dijo una abuela que se comunicó con LA PALABRA.
“En invierno no es tanto, pero en verano no pueden hacernos esperar dos horas en la calle, bajo el sol”, insistió.
Otra mujer, que concurre a hacer recetas para su madre, también se comunicó por lo mismo.
“Por lo que sé, de hablar con otras personas que están en la misma situación que yo, no es igual en todos los consultorios. Hay médicos que son más humanos y que no hacen esperar tanto. Pero hay consultorios que son de terror”, indicó.
“Tampoco puede ser que para hacer una receta haya que ir dos y hasta tres veces. Hay jubilados que tienen que venir de Empalme, y no pueden gastar 800 pesos en remís”, señaló.
“Yo no digo que sea culpa de nadie, pero habría que cambiar el sistema. Hay que buscarle una solución”, reclamó.
“El problema es de los médicos, no de PAMI”
Otro jubilado que días pasados también se refirió a lo mismo, y que se quejó por el tiempo que lo hicieron esperar en el consultorio de una médica (“encima cuando me atendieron me dijeron que la doctora no había podido hacer las recetas”), dijo a LA PALABRA: “en la oficina de PAMI no es el problema, porque cada vez que tenemos que ir la atención es de primera. El problema es en algunos consultorios”.
“Yo lamentablemente no tengo suerte. Pasé por dos médicos de cabecera y en los dos tuve problemas. Pero tengo un conocido que concurre a un consultorio de la calle Balcarce, que nunca tiene problemas. Por eso, expresó el abuelo, para mí el tema está en los médicos, no en el PAMI”.
LA PALABRA, como consecuencia de los reclamos, se comunicó con la obra social.
“Es un tema que lo hablamos permanentemente con los médicos de cabecera, pero que en realidad no depende directamente de nosotros. Cada médico es libre de implementar el sistema que crea más conveniente”, indicaron.
“Obviamente nadie quiere que los abuelos tengan que esperar. Pero cada médico tiene un promedio de 300 pacientes, y hay veces que es inevitable que haya que hacer cola”, señalaron.
“Hace poco tiempo incorporamos otra médica de cabecera para descongestionar, pero muchos abuelos se quejaron y dijeron que no querían dejar su médico de confianza”, agregaron.
“Por ahí lo que se podría hacer, por lo menos en los consultorios donde hay más reclamos, es atender más días o poner otra secretaria. Pero es un tema que depende de cada médico. Ahí PAMI no tiene injerencia”, explicaron en la obra social.