Los caballos sueltos siguen generando peligro, más allá de que hasta ahora, afortunadamente, no se ha tenido que lamentar alguna consecuencia extrema.
Ayer, domingo, tres conductores denunciaron situaciones similares en diferentes sectores de la ciudad y a distinto horario.
A plena luz del dÃa, una señora se salvó milagrosamente de embestir a un caballo que se le cruzó en la esquina de Rivadavia y Olavarrieta.
Casi en el mismo horario, otro automóvil debió esquivar a un equino deambulando en República casi Castelli.
Mientras que a las 21, aproximadamente, otro caballo deambulaba por Ayacucho y 219, situación que se repitió con pocos dÃas de diferencia y en igual horario.
El gobierno municipal, pese a lo anunciado, sigue sin poder controlar este descontrol.