Empezó a utilizarse hace poco tiempo. No hace todavía 5 años. Pero las ventajas que posee han hecho que cada vez más mujeres lo conviertan en el método anticonceptivo preferido.
¿De qué se trata? Del chip subcutáneo, que se coloca debajo de la piel, en la parte interior del brazo, y cuya protección puede extenderse hasta los 5 años.
El Dr. Christian Cóccaro, médico especialista en Ginecología y Obstetricia, miembro del Servicio de Ginecología del Hospital local, explicó: “los anticonceptivos orales o comúnmente llamadas píldoras anticonceptivas, siguen siendo en la actualidad el método de protección más usado. Han ido evolucionando mucho con el correr de los años, resultan cada vez más seguras y casi no poseen efectos adversos”.
“Pero el chip subcutáneo también ha comenzado a utilizarse mucho y hoy, con las pastillas y el DIU, es uno de los métodos más utilizados”, dijo.
Principales características
El moderno método de control tiene múltiples ventajas, que hacen que cada vez más mujeres, principalmente jóvenes, lo elijan.
“Es fácil de colocar, dura entre 3 y 5 años, no requiere muchos controles, y posee un 99% de efectividad”, precisa el Dr. Cóccaro.
“Es muy recomendado principalmente para mujeres o chicas jóvenes, que por ahí tienen problemas para acordarse de tomar las píldoras todos los días o a la misma hora. El chip permite que una vez colocado, se olviden por completo de su protección anticonceptiva y no tengan que pensar más hasta dentro de un año, cuando tienen que volver a realizarse el primer control”, explica.
¿En qué consiste?
El implante subcutáneo, precisa con mucha claridad el médico, tiene forma de pequeña varilla, de entre 4 y 5 centímetros de largo. Es delgada, flexible y se coloca debajo de la piel, en la parte interna del brazo.
A diferencia del DIU, que requiere controles ecográficos semestrales, que se puede caer o perder, el chip no demanda tantos cuidados. Sólo requiere que la paciente concurra una vez por año a su especialista para un simple control de rutina.
¿Cómo se coloca?
El nombre puede hacer presumir que su colocación es invasiva o hasta dolorosa, pero no es así.
“Todo lo contrario”, aclara el Dr. Cóccaro. “Se coloca muy fácil y muy rápido”, agrega.
Se aplica con anestesia local, con un implemento especial tipo aguja.
“La paciente no siente nada y la intervención dura apenas un minuto”, detalla el médico.
“También el procedimiento para retirarlo es muy sencillo. Como está en la dermis, no duele, no provoca molestia, nada…”, afirma.
¿A partir de qué edad se puede usar?
En particular el Dr. Cóccaro destaca que por sus características generalmente es recomendado para mujeres jóvenes y adolescentes tardías.
“Personalmente no lo recomiendo mucho para adolescentes de menos de 17 ó 18 años, porque los primeros meses puede provocar alteración del ciclo, como sangrados reiterados, y para chicas muy chicas, puede resultar incómodo o puede asustar. Entonces, por lo menos en mi caso, lo ideal es comenzar a utilizarlo a partir de los 17 ó 18 años. No antes”, señala.
¿Durante la lactancia también?
Otra pregunta clave que hacen muchas pacientes que se sienten tentadas por su colocación, es qué pasa si están amamantando.
¿Se puede usar o puede resultar nocivo para el bebé?
“No hay ningún problema, durante la lactancia se puede utilizar perfectamente. El chip libera diariamente progestágenos, que impiden la ovulación de la mujer, pero que no afectan o no alteran en nada la calidad de la leche materna”, explica el médico.
¿Hay casos en los que no resulta recomendable?
Sí. Existen mujeres que por su situación no resultan aptas para su implantación. Por ejemplo: embarazadas, pacientes con problemas hepáticos o cáncer estrógenodependientes. También hay que evaluar muy bien en casos de colesterol alto o excesiva cantidad de lípidos en sangre. El chip puede provocar aumento de peso por retención de líquidos y otras complicaciones derivadas de ello.
Cómo actúa el moderno método anticonceptivo…
…liberando de forma lenta y en pequeña cantidad progestágenos, que provocan los siguientes efectos:
– Inhibición de la ovulación.
– Inhibición del crecimiento endometrial (de esta forma se impide que el endometrio alcance el grosor necesario para que se produzca la implantación del embrión).
– Modificación del moco cervical, haciéndolo más espeso para impedir el paso de los espermatozoides.
Para qué casos se recomienda especialmente…
El implante subdérmico está indicado para mujeres en edad reproductiva que deseen una anticoncepción continuada, especialmente en aquellas que:
– No toleren los efectos adversos de los anticonceptivos orales.
– Tengan contraindicado el uso del dispositivo intrauterino (DIU).
– Tengan dificultades para recordar la toma de pastillas o la colocación de anticonceptivos como anillos mensuales o parches.
Cuáles son sus principales ventajas
– Efectividad anticonceptiva del 99% (la posibilidad de que se produzca un embarazo es prácticamente nula).
– No requiere una rutina diaria.
– Vida útil prolongada.
– Fácil de colocar y discreto de usar.
– Rápida reversibilidad cuando se interrumpe su colocación (luego de su extracción la mujer puede quedar embarazada tras la primera ovulación. En el caso de las píldoras puede tardar hasta 2 años).
Qué hay que tener en cuenta para su colocación
– En todos los casos es necesario que la inserción y extracción sean realizadas por un ginecólogo. Al momento de su colocación la mujer sólo siente un pequeño pinchazo por la anestesia. A partir de este momento no existe ningún dolor.
Los efectos secundarios que puede provocar son…
Alteraciones en el ciclo menstrual, sangrados irregulares, sangrados prolongados y/o abundantes, y amenorrea (ausencia de menstruación). También: dolor de cabeza, dolor en los pechos, aumento del vello, mareos, náuseas, sequedad vaginal (generalmente estos síntomas son leves y desaparecen pasados varios días).
¿El implante anticonceptivo puede afectar a la fertilidad?
El implante es un método anticonceptivo de larga duración, pero reversible. Una vez retirado, el efecto anticonceptivo desaparece rápidamente y se reanudarán los ciclos ovulatorios de manera normal, por lo que no afecta para nada a la fertilidad.