

Tras las suspensiones obligadas en los años 2020 y 2021, este Viernes Santo se volvió a realizar el Vía Crucis procesional dentro del programa de Semana Santa.
Los fieles participaron partiendo desde las cruces misionales de Perón al sur y Belgrano al norte y Capilla San Cayetano, y las tres columnas llegaron prácticamente juntas a la esquina de Salgado y Buenos Aires/Perón, y desde allí caminaron hacia el Templo.
El Párroco Mena, en su mensaje, sostuvo que “hemos acompañado a Jesús en este momento de dolor que ya había comenzado para El con el rechazo de los suyos, de su pueblo”.
“Nada le costaba a Jesús terminar con esa parodia porque era Dios, pero quiso mostrar que en la debilidad se iba a mostrar la fortaleza de Dios, el Vía Crucis nos muestra eso, que en el dolor de un hermano o hermana nuestra está Cristo, en el dolor del anciano abandonado, de un niño, en el de un enfermo, de alguien encarcelado aunque tenga que cumplir su pena por algo, en el dolor del abandono, del no te metás, del chisme, del mirar al otro como mi enemigo porque es de acá o de allá, en el dolor de la cobardía o del silencio”, dijo después.
“No hacemos una parodia de lo que pasó, porque para eso nos quedamos en casa y miramos una película o la pasión por televisión, queremos vivir hoy ese dolor, mirando al prójimo en aquel que sufre”, afirmó.
Por último dijo el cura que “mañana vamos a celebrar con gozo la resurrección, y yo también tengo que llevar a mi hermano al Cristo resucitado, pero a veces para mostrarle la resurrección tengo que compartir su dolor”.