Al cumplirse 10 años de su fallecimiento, se recordó al cura lobense Luis Troiano en Carmen de Areco, comunidad de la que era Párroco al fallecer, y donde descansan sus restos.
El Padre Luis Alvarado, hoy Párroco de Las Heras y que ingresó al seminario guiado por Troiano cuando estaba en Marcos Paz, presidió la misa luego de la cual se rezó un responso en la sepultura del cura lobense, a cargo del actual párroco de Areco, Ricardo Rodríguez.
Posteriormente, en la placita de juegos que lleva el nombre de Troiano y que está en la esquina del templo, se descubrió el mural pintado por el artista Martín Figueroa con el rostro del sacerdote.
El Intendente de Carmen de Areco, Marcelo Skansi, dijo: “sentimos tristeza por la partida física de Luis, pero recordamos con alegría todo lo bueno que hizo en esta ciudad, como el gran pastor que fue”.
“El Padre Luis, sin lugar a dudas, siempre estuvo con las manos abiertas como lo quiso reflejar Martín Figueroa que hizo este mural”, añadió.
Y definió a Troiano como “un hombre que estaba cercano a su pueblo y que hizo huella en Carmen de Areco”.
“Luis nunca morirá en el corazón de cada uno de nosotros”, remató.
Carlos Jáuregui, sobrino del sacerdote, estuvo en Carmen de Areco participando el homenaje, y consultado por medios carmeños, dijo: “hoy vuelvo a Lobos con la certeza de que no nos equivocamos cuando decidimos traer a Luis a descansar para siempre en esta comunidad que lo sigue amando profundamente”.