
Costanza y su mascota “Américo” llegaron hoy a Lobos, en el primer tramo del periplo que la joven adiestradora canina comenzó, con la ilusión de unir Buenos Aires con Ushuaia y luego llegar a Alaska.
En una camioneta de pequeño porte, la mujer lleva todo lo necesario para afrontar este recorrido, y aclara reiteradamente que “no tengo ningún apuro, el viaje no tiene una duración programada”.
“Salimos de Buenos Aires a bordo de nuestro Pan Lactal y mi compañero perruno Américo, para cumplir un sueño de muchos años que ahora vio la luz”, relató.
“Trato de ponerme plazos cortitos, y la gente le pone el tiempo de duración a cada parada”, aclaró.
Nos contó que “Américo es un mestizo que a fin de año cumplirá 5 años, y superó problemas de conducta, por lo que se encuentra en un estado óptimo para llevar adelante este viaje”.
Y en cuanto al costo de este periplo, dijo que “yo no tengo ninguna renta ni ingreso fijo, lo que hago es dar charlas de educación canina con colaboración a voluntad de la gente. Y hago postales y señaladores en acuarelas y cucharitas pintadas que ofrezco en venta, sumando los trabajos temporales que puedan ir surgiendo en el recorrido”.