Desde hace un mes aproximadamente, se observa un intenso trabajo en el predio de la estación de Empalme Lobos, despertando la lógica curiosidad de los habitantes de la localidad y de quienes transitan frecuentemente por el lugar.
LA PALABRA tuvo la oportunidad de visitar la obra y dialogar con el Arquitecto Roberto Domínguez, técnico en tecnología ferroviaria y especialista en planificación de transporte, que está a cargo del emprendimiento.
Se trata de un profesional que ciertamente no es ajeno a la comunidad lobense, dada su amistad con Ricardo Sala y con Héctor “Toto” Chaca, a los que refirió en la charla con nuestro medio.
Explicó el profesional que “estamos construyendo una nueva base de señalamiento, para las cuadrillas que trabajan en el mantenimiento del sistema de señales”.
“Lo que estaba era viejo y obsoleto y por eso se realiza esta obra”, aclaró Domínguez.
Y amplió contando que “esto será un depósito taller, una oficina, y vestuario con sanitarios para el personal”.
Estimó que se trata de una construcción de unos 80 metros cuadrados solamente con planta baja, aunque admitió que “hacemos la losa con la intención de que dure muchos años y ojalá sea necesario ampliarla”.
Domínguez expresó su confianza en poder acortar los plazos de ejecución de la obra.
“Creemos que lo tendremos antes de los seis meses que se establecieron en el contrato”, aseveró.
“Una noticia mejor aún”
El profesional le dijo a LA PALABRA que “hay una noticia mejor aún, y es que en un breve plazo se inicia la construcción de un nuevo sistema de señalamiento para todo el ramal, mucho más seguro y eficiente que el actual”.
“Será como pasar del telégrafo al teléfono celular”, graficó el arquitecto especializado en transporte.
“Se está preparando la infraestructura para tener mejores servicios”
En la charla con el arquitecto Domínguez, advertimos su optimismo en cuanto a poder recuperar algo de lo que el servicio ferroviario fue perdiendo con el paso de los años, tras una época de esplendor que es motivo de nostalgia y lamentos.
“Se está preparando la infraestructura para tener mejores servicios, que los trenes cumplan los horarios, y así el ferrocarril vuelva a ser el medio de transporte confiable que alguna vez fue”, aseguró el profesional.
Y evocó lo que vivió en su adolescencia y juventud, narrando que “recordaba justamente en estos días charlando con el señalero, cuando hace muchos años atrás yo tomaba acá en Empalme el servicio de los domingos a la noche que era llamado el “estudiantil”.
“Venía a casa de unos amigos y en poco más de una hora estábamos nuevamente en Constitución”, agregó.
Y remarcó que “muchas veces el padre de mi amigo (Ricardo Sala) nos dejaba en el acceso a la estación porque no podía ingresar con el auto debido a la cantidad de vehículos que había en la playa de estacionamiento”.
“Ojalá vuelvan esos tiempos, es lo que más nos interesa como ferroviarios”, remató Domínguez.