“Hace 22 años que voy a la Laguna y es un lugar hermoso. Pero hoy, sinceramente, ya no me dan ganas de seguir yendo más”, dijo Máximo Kugelmas luego que le desvalijaran la casa de fin de semana, que tiene desde 1998.
“Fui el martes pasado para pasar unos días. Nunca imaginé encontrarme con lo que me encontré”, relató el hombre, todavía compungido.
Entre 4 y 5 malvivientes ingresaron a la propiedad y le robaron herramientas por 500.000 pesos.
Por ejemplo, motosierras, motoguadañas, cortadoras de pasto y varias cajas con herramientas de mano marca Sthil, Bacco y Makita.
“Me gusta aprovechar el tiempo libre para hacer cosas y como por suerte me doy maña para todo, me gusta tener herramientas. Por eso tenía tantas. Lo que más me duele es que muchas eran de mi padre, por lo que tenían un valor sentimental mucho más grande que lo económico”, indicó la víctima.
Los hechos
Máximo Kugelmas dialogó con LA PALABRA desde la Ciudad de Buenos Aires, donde reside con su familia.
“Todavía me cuesta creer cómo hicieron para entrar. Barretearon una reja fuertísima de más de 20 años y corrieron una barricada de una tonelada. Tenía un tractor que no andaba y lo había puesto del lado de adentro, para que no se pudiera abrir la puerta. No sé cómo movieron todo. Evidentemente tuvieron que hacerlo entre varios, de otra manera es imposible”, precisó.
“Lo peor y lo que más indignación me causa es que todos saben quiénes son, pero nadie puede hacer nada. Hay 4 ó 5 banditas en la Laguna, que todo el mundo conoce, pero por lo visto son intocables”, advirtió.
“Hicieron que no tenga ganas de seguir yendo a la Laguna”
Máximo Kugelmas relató lo sucedido con mucha congoja. No es para menos. No sólo por el perjuicio económico, sino por la impunidad con la que los delincuentes consumaron el hecho.
“Hay un testigo que dice que vio movimientos raros a las 9 de la mañana. A plena luz del día. Pero indudablemente no les importó nada. La tranquilidad y la impunidad con la que se manejaron es alarmante”, comentó la víctima.
“Pero la realidad es que tampoco me sorprende demasiado. Hace rato que la Laguna es tierra de nadie. En 1998 cuando comencé a venir era un paraíso. No había lugar mejor que la Laguna. Hoy no puedo decir lo mismo y la realidad es que a mí me sacaron las ganas de seguir yendo”, confesó con tristeza.
Sobre el rol de la policía
También aclaró que “la policía hace lo que puede”.
“Verdaderamente no sé cuál es el motivo, pero no los pueden agarrar. No digo que actúe de mala fe, pero es así. La otra vez leí que incorporaron más personal por el Operativo Sol, pero la verdad es como si no estuviera. Si no puede hacer nada…”, afirmó.
“Es una pena, porque la Laguna no se merece esto. Es un lugar hermoso, para que esté en manos de nadie”.