¿Debilidad por el chocolate? ¿Fundamentalistas de la cerveza? Excelentes noticias. A partir de ahora será posible combinar ambos placeres.
¿Por qué? ¿Cómo? Estefanía Brun, joven de Salvador María, estudiante de tercer año de la carrera de odontología, comenzó a fabricar el primer alfajor lobense de chocolate y cerveza negra, que ya es sensación y que promete volverse irresistible.
“No lo puedo creer. Hace un mes comencé a fabricarlos y todas las semanas me piden más”, señala feliz.
A Estefanía, de 20 años, hija del arquero Franco Brun, siempre le gustó cocinar. Desde pequeña.
Pero nunca se imaginó hacer alfajores de chocolate y cerveza negra, con maní tostado y una delicada cubierta de chocolate con leche.
“Lo mío siempre fueron los platos salados, nunca los dulces”, confiesa.
“Pero el año pasado comencé a hacer cursos de repostería y me encantó. Igual nunca pensé que iba a terminar haciendo alfajores con cerveza”, admite entre risas.
Los detalles
La joven, que sueña con ser odontóloga, comenzó con su emprendimiento de alfajores en marzo.
Comenzó elaborando alfajores tipo marplatenses y de nuez (la esposa de su tío, Iván Brun, le pasó la receta desde Ecuador, donde estaba jugando en ese momento).
“El primer día compré harina y chocolate para 2 ó 3 docenas y terminé vendiendo 12. Mi novio tuvo que viajar varias veces a Lobos para comprarme más ingredientes”, relata.
Pero no se conformó. Estefanía fue por más y el mes pasado presentó los nuevos Alfajores Duff, de chocolate y cerveza negra.
“Tenía miedo que la gente se cansara siempre de los mismos. Entonces comencé a innovar y probar distintas recetas. Igual nunca creí que iba a terminar haciendo alfajores de cerveza”, aclara.
La receta original que llegó a manos de Estefanía llevaba cerveza soft o suave, pero decidió hacerlo con cerveza negra.
“Es la que me gusta a mí, sólo por eso…”, explica con simpatía.
Los nuevos alfajores ya son todo un éxito y se pueden conseguir por redes sociales o ingresando a la página Dulce Locura, perteneciente a la propia joven.
Primero su hobby, ahora la posibilidad de ahorrar para pagarse su carrera
Estefanía tiene muy claro lo que quiere ser. Su sueño es recibirse de odontóloga.
Lo de los alfajores lo comenzó como un hobby, porque siempre le gustó cocinar y porque su mamá también lo hace.
Pero ahora que el emprendimiento comenzó a funcionar tan bien, no duda en afirmar: “nunca lo hice para ganar plata, pero no descarto la posibilidad de comenzar a dedicarme más de lleno”.
“Por lo menos para ahorrar dinero, poder pagarme la carrera yo sola y no tener que pedirle a mi papá, que siempre me ayudó”, afirma.
Juntos a la par
Otro hecho que a Estefanía la tiene muy feliz es que su novio Emanuel González la apoya en todo y también la ayuda mucho.
“Termina de trabajar y me viene a ayudar, sobre todo cuando tengo que cursar”, afirma.
“Muchas veces me prepara la masa, me hace los mandados, en fin, todo eso también me motiva mucho. Es muy lindo poder compartir mi pasión por la repostería con mi novio”, explica.