El Párroco Claudio Mosca, los sacerdotes Roberto Giecco y Lucas Figueroa, asistidos por el seminarista lobense Mario Roldán, celebraron anoche la Misa de Nochebuena en un templo totalmente colmado, con fieles que siguieron de pie la ceremonia.
Al finalizar la Misa se besó la imagen del Niño Jesús, obsequiada por una familia a la Parroquia, una imagen muy valiosa de muchos años de antigüedad.
En su mensaje de Navidad dijo Mosca: “no hay una Navidad mágica, la Navidad es real, es vida, es familia, es un misterio donde Dios quiere manifestarse, estamos celebrando el misterio de un Dios enamorado del hombre”.
“El viene para los que son simples, los que tienen un corazón libre y una mirada clara, a los que están dispuestos a acoger su Palabra, viene para los que conocemos nuestra debilidad, para animarnos, renovarnos, cuidarnos”, dijo.
“Que Jesús nazca en nuestras familias, en nuestra ciudad comunidad, en nuestra Patria necesitada de paz, de reconciliación, de búsqueda desinteresada del bien común”, enfatizó.