La Misa del Día del Trabajador reunió a muchos fieles en la Capilla San Cayetano, y el Párroco Mena bendijo las herramientas de trabajo y las manos de los presentes.
Luego de la celebración tuvo lugar un festival artístico con distintos números y servicio de cantina, también dentro de la capilla.
“Estamos celebrando a San José Obrero, dar gracias por el don del trabajo que dignifica, y a la vez es una acción misionera y un servicio comunitario”, dijo Mena.
“Muchos de ustedes están dando gracias por ese trabajo que tienen, otros estarán pidiendo por un trabajo”, agregó.
Mena resaltó que “es evidente la situación difícil que nos toca atravesar hoy como país, es una realidad que no se puede negar, y sabemos de muchos hermanos y hermanas que están privados de trabajo, o en una situación de trabajo no bien remunerado”.
“No nos podemos quedar en rezar y nada más, ver lo que está pasando y quedarnos solamente como espectador, aunque no esté en mí la posibilidad de ser constructor de una fuente de trabajo”, aseveró el cura.
“Este tiempo difícil también me puede llevar al egoísmo, no puedo con lo mío, qué voy a pensar en el otro. Tiene que despertarse en nosotros una caridad y solidaridad que no tengan rostros, que no haga distinciones por tal o cual cosa”, dijo Mena.