Desde el sábado, el salón de eventos del Lobos Automóvil Club, lleva el nombre de Néstor Apella.
La esposa, hermana y otros familiares del querido e inolvidable “Gordo”, descubrieron la placa y también plantaron un árbol esparciendo allí las últimas cenizas de Néstor, cumpliendo con su voluntad.
Estuvieron en el encuentro referentes del automovilismo lobense, y también vinieron desde Olavarría, Pedro Suárez, uno de los legendarios Hermanos Suárez del TC, y Cristian Suárez, piloto que hizo la réplica del último auto que condujo el “Gordo” en el TC Pista, categoría en la que fue subcampeón.
Finalmente se compartió una cena de camaradería.
José “Coco” Fortunato habló muy emocionado de todo lo vivido junto a Néstor, los inicios auxiliando al gran Hugo Sala, y luego las experiencias de competencia de ambos, en el TC y en el TC 2000, respectivamente.
“Compartimos el automovilismo hasta el último momento, fue una vida netamente hecha con lo que más amamos, lo extrañamos mucho y hoy con Susana plantamos un árbol cumpliendo el deseo de Néstor, y colocando los últimos restos de las cenizas en esta institución a la que tanto le dedicó”, expresó.