

A raíz de una descompensación, falleció esta madrugada, a los 87 años, María Teresa Irigoyen.
Hablar de Teresita es nombrar a la memoria viviente que los lobenses teníamos para rescatar momentos, figuras, costumbres, acontecimientos, a través de esos relatos únicos en su voz y en su decir pausado y seguro, producto de la memoria formidable que siempre le admiramos.
La trayectoria ejemplar como docente, dio paso luego a esta historiadora, contadora de lo nuestro como ninguno, que deja, además, el legado de sus escritos periodísticos y sus libros.
LA PALABRA tuvo el privilegio de tenerla entre sus más preciados columnistas hasta casi el momento de esta partida que le duele a toda la comunidad.
Fue fundadora del Grupo de Apoyo a la Cultura, co-autora del Diccionario Vincular de Lobos en sus dos tomos, sus libros personales, “Estampas lobenses” (con ilustraciones de Andrea Avagnina), “Cautivo”, y otros, hasta los dos tomos de “El Guardián de la Memoria”, sus últimas obras impresas, una presentada en el 2018 y la segunda en diciembre de 2021.
Escritos también en el Periódico Lobos.
Se recibió de docente en el Colegio de Hermanas, y trabajó en educación en escuelas rurales de Lobos, Navarro y Suipacha.
En 1982 recibió el premio “José Salgado” de Emisora Lobos por su trayectoria docente Y en 2003 fue distinguida por la Cámara de Diputados Bonaerenses por su empeño en rescatar la memoria oral.