
El Intendente Jorge Etcheverry presidió ayer, en la Avenida Zapiola, el acto festivo por los 128 años de la localidad de Empalme Lobos.
El Jefe Comunal hizo entrega de reconocimientos a Héctor Avendaño y Miguel Valmaceda (recibió un hijo) por la trayectoria de ambos como ferroviarios y como vecinos empalmeños; y también entregó distinciones al conductor e historiador Ruben Arnal y a los directores de cada uno de los servicios educativos de Empalme.
Victoria Narcué interpretó el Himno Nacional, posteriormente habló Mario González, vicepresidente de Rivadavia y presidente de la Cooperadora del Jardín 902, y a continuación hubo intervenciones artísticas escolares, de los jardines 902, 911 y 912 y de la Escuela Primaria 2.
Concluido el acto protocolar comenzó el desfile del que participaron los jardines 902 “Merceditas San Martín de Balcarce”, 911 “Julia Costa de Cardoner” y 912 “Doctor René Favaloro”, la Escuela Especial 502, las escuelas primarias 2 “Domingo F. Sarmiento”, 19 “Hipólito Yrigoyen”, 26 “Nuestra Señora del Carmen”, el CEC 801, la Escuela de Adultos 701, ex alumnos del Colegio Comercial de Empalme, Casa del Bicentenario, Vil Gym y la agrupación ciclística Todos somos Uno.
Mario González, entre otros conceptos, remarcó que “Empalme para mí es el lugar que te ofrece todo, naturaleza, amistad, nostalgia, muchas historias, esa tierra que te hace crecer y querer y elegir una y mil veces este lugar para tus hijos, porque si hay un lugar donde los pibes son libres es acá, donde la calle es amiga y maestra, donde los carnavales eran grandes fiestas de encuentro, donde la simpleza de un buenos días y saludo del vecino, hace que tu día esté completo, con la escuela del barrio donde sabías que la maestra te conocía más que nadie, donde ir al club Rivadavia o Provincial es más que ir a hacer deporte”.
Tras recibir su distinción, Héctor Avendaño rememoró que “llegué a Empalme en 1940, mi primera noche la dormí en el hotel de Las Cinco Esquinas, hasta que conseguimos una vivienda, y también en 1940 me establecí acá en la Villa Cattoni, quiero mucho a Empalme, a la escuela y al jardín, de la escuela 2 egresé en 1945, y ahí se educaron mis hijos”.
Y el Intendente expresó: “seguramente este lugar se formó en los momentos más difíciles de la Argentina, pero el esfuerzo valía la pena y daba esperanzas, porque uno podía progresar, algo nos pasó en el camino que las cosas no salieron bien, pero tenemos oportunidades todavía”.