
El Círculo de Jubilados Ferroviarios de Arenales 363 festejó ayer por la noche 60 años de fecunda labor y lo hizo con inauguraciones.
Previo a la cena de camaradería que tuvo lugar con motivo del nuevo aniversario, la entidad presentó en sociedad su nuevo “Salón Tango”, ubicado en la planta baja y construido para múltiples propósitos.
“Le pusimos Salón Tango porque el tango fue la primera actividad que se realizó en este lugar. Así el nombre fue puesto en homenaje a los fundadores, a los que dieron el puntapié inicial”, dijo Coco Ghiglione, directivo de la entidad, tras el corte de cintas.
“Por suerte ya no cabe un ladrillo más en la sede”, agregó con orgullo, en relación a la cantidad de obras realizadas por la actual gestión.
“Hemos cumplido con todo lo que nos propusimos. Ahora lo único que nos queda es el ascensor, que si Dios quiere es lo próximo que haremos”, anunció.
“El mérito, sin embargo, no es nuestro solamente. Es de los socios y de la comunidad, que todo el tiempo están apoyando y acompañando cada actividad que realizamos”, expresó el directivo.