
Luis Eseiza y Severiana Silva, los padres de Guadalupe Eseiza, encabezaron la manifestación que, bajo la lluvia, reunió a cientos de lobenses clamando por justicia ante el aberrante crimen de la pequeña.
La columna compacta salió de la estación de trenes, y recorrió las calles 9 de Julio, Buenos Aires, Salgado, Belgrano y 25 de Mayo, para finalizar en la Plaza 1810.
Culminada la caminata, la mamá de Guada dijo: “doy gracias a toda la gente que nos está apoyando en este momento y ojalá lo sigan haciendo hasta el final”.
¿Tenés confianza en la justicia?, fue la pregunta, y contestó: “hasta que no vea es imposible creer. Confío en los abogados, en la justicia creeré cuando lo vea hundido al asesino, porque si la justicia tuviera mano dura estos casos no ocurrirían”.
“Se pueden imaginar cómo son mis días, haber perdido una hija y en la forma en que la perdí, me siento culpable porque si hubiera sido un poco más firme no la hubiera dejado ir, me lo voy a reprochar toda la vida”.
Luis Eseiza, el papá, afirmó: “no me va alcanzar el resto de vida que me quede para agradecer a esta gente hermosa, siento que hoy Guadalupe tiene más padres, más madres, más hermanos”.
Confesó que “yo no le tenía confianza a este monstruo, pero jamás pensé que podía llegar a hacer esto con una criatura, golpearla, violarla y sentarla sobre las brasas viva, y se murió por las quemaduras de los órganos vitales”.
“Espero que los jueces metan presos sin vueltas a estos monstruos, que le den de por vida, no cadena perpetua que se convierte en 35 años y después salen para volver a matar”, agregó quebrado por el llanto.