

Todos coincidimos. A todos nos gusta tener una casa linda, bien arreglada, prolija y bien decorada.
¿Pero es suficiente? Hoy que vivimos a mil también es importante, y prioritario, tener la casa ordenada.
Poder encontrar las cosas cuando las buscamos. Tenerla la ropa o los zapatos a mano y no tener que perder tiempo cada vez que nos queremos poner tal o cual prenda. Disponer de espacio para guardar todo lo que tenemos y que todo lo que tenemos no ande por cualquier lugar o de un lugar para otro.
¿Creés que no se puede? ¿Pensás que combatir el casos que tenés en tu hogar es imposible?.
Error. Existen técnicas y métodos hoy en día, sencillos de implementar, que harán tu vida mucho más fácil y ordenada. Que permitirán que te puedas organizar mejor, que llegues a tiempo a todos lados y que puedas vivir menos estresada.
“Vivir organizado nos hace la vida más fácil, nos ordena la cabeza y nos hace ahorrar tiempo y dinero. Al principio parece difícil poder alcanzarlo, pero no lo es tanto. Depende de cada uno de nosotros”, señala Sonia Alari, de Fusión Decorden, organizadora de espacios y viviendas.
“Debemos ir hacia una vida más despojada y funcional. Vivir organizados, organizar nuestro hogar, no sólo permite encontrar más rápido lo que buscamos, sino también mejorar la calidad de vida que llevamos”, garantiza.
Cómo conseguirlo
Para ello, explica la profesional, “la casa no sólo debe ser linda”. “Es necesario también que resulte confortable, funcional, que estemos cómodos en ella, que sea nuestro lugar en el mundo. Que cuando lleguemos nos sintamos cómodos en cualquier lugar de la casa, que no lleguemos y encontremos todo desordenado o que todo nos resulte caótico”, advierte.
Sonia Alari estudió diseño de interior, pero con el tiempo descubrió que debía apuntar a otra faceta de la decoración. Concretamente, al orden y a la organización. “Ordenar una casa, en definitiva, es decorarla”, destaca.
Las claves
Es fácil, pero también hay cosas que tener en cuenta y que resultan fundamentales para que la misión de resultado.
¿Cuáles por ejemplo? Hay una que es esencial: despojarnos de lo que ya no nos sirve.
“Desprendernos de lo que no usamos más, es el gran secreto de la organización”, desarrolla Sonia Alari.
“Debemos aprender a despojarnos, a soltar ciertos objetos, prendas o lo que sea, por más que tengan valor sentimental o material. Si no lo usamos, lo mejor es darlo o venderlo”, explica con firmeza.
“El espacio de cualquier casa es finito y no se condice con la cultura moderna de comprar y acumular. Por lo tanto, sino nos despojamos de aquello que no usamos más, el espacio nunca resultará suficiente”, advierte.
“Los recuerdos se conservan en el corazón, en la mente, no conservando objetos o cosas materiales, que ocupan lugar y no permiten que vivamos mejor”, insiste.