Por Fernando Delaiti, de agencia DIB
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, habló con agencia DIB sobre su lanzamiento como precandidato a presidente, dijo que nunca podría acordar con el kirchnerismo, que hay una deuda con la coparticipación bonaerense y, en tono futbolero, mandó un mensaje interno a “los tribuneros” que insultan.
Habló de terminar con la grieta, de tender puentes. ¿Cree que es posible en medio de tanta tensión política encontrar ese camino?
Sí, es posible, pero no es fácil. No hay otro camino. Probemos algo diferente. Tengo una convicción a pruebas de bala.
Usted dijo que diálogo sí, pero que no podría acordar algo con los kirchneristas. Pero hay gobernadores, sindicalistas, una parte de la sociedad que se ven identificado con ese sector.
Con el núcleo duro del kirchnerismo es difícil acordar cuando creen que los únicos socios comerciales son Venezuela y Cuba; cuando creen que pueden bajar la inflación mandando militantes de La Cámpora al supermercado; o liberando presos durante la pandemia. Pero el peronismo es mucho más amplio. Mi voluntad de diálogo la demostré, pero con el kirchnerismo más extremo es difícil, cuando lo que hacen es un juicio político a la Corte.
Hay un frente complejo dentro del PRO. Cada afirmación suya tiene una dura respuesta de Patricia Bullrich, que lo cuestionó por su discurso anti-grieta, dialoguista.
Yo no busco peleas, busco soluciones. Mi esfuerzo está puesto en conformar un plan para sacar la Argentina adelante. No voy a contestar. Estoy recorriendo el país cada fin de semana para aprender bien la realidad de cada lugar.
En términos futboleros, suele decirse de algunos jugadores que “juegan para la tribuna”. ¿Cree que hay dirigentes que tienen esa lógica en la política?
Más que juegan para la tribuna, están en la tribuna. Y desde la tribuna gritan, tiran piedras, insultan. Pero los que ganaron el Mundial son los once que estaban en la cancha. Yo me levanto todos los días a las 6.30 de la mañana para laburar por esta Ciudad y por el país. Eso es jugar adentro de la cancha. No sigamos insistiendo con lo mismo. Tenemos una Argentina con antinomia desde hace 80 años. Y en los últimos 40 años con cada Gobierno se empieza de vuelta. Mauricio Macri había dejado algunas cosas que habían mejorado la situación, como más vuelos y más baratos; ahora se volvió para atrás. Se había hecho un esfuerzo en relacionar a la Argentina con el mundo; y ahora nos adaptamos a Venezuela y (Nicolás) Maduro. Hay que ir para adelante, que continúe lo que se está haciendo.
Pero en lo económico y en lo social el Gobierno de Macri dejó muchas deudas. Y en una parte de la sociedad genera incertidumbre que un candidato del mismo espacio vaya con la misma fórmula que ya falló.
Si el Gobierno de Macri dejó deudas, el Gobierno que siguió las debería haber corregido. Lo que no se puede plantear es que todo lo que se hizo antes es una catástrofe. No se puede vivir así, hay que cambiar la lógica de confrontación. Los resultados están a la vista.
¿La indefinición de Macri sobre si va a ser precandidato a presidente puede complicar la interna del PRO?
Hay tiempo hasta mitad de junio para que tome una decisión. Tiene derecho a presentarse. No tiene nada de malo que seamos muchos precandidatos. Todo se dirime en las PASO.
Ahora tres candidatos del PRO, Bullrich, María Eugenia Vidal y usted, ¿no fragmenta mucho al votante del partido?
No sé qué es mucho o poco. Todos se pueden presentar, en la medida que sea una campaña constructiva y con respeto. En 2021 tuvimos primarias en 17 provincias. Y en la provincia de Buenos Aires ganamos.
Justamente en 2021 con Santilli-Manes ganaron, pero ahora las encuestas muestran que el actual gobernador Axel Kicillof está por encima. ¿Es necesario ampliar la base con libertarios?
Yo no veo un escenario en que las encuestas digan eso. Está parejo. Más allá de eso, la gente en la provincia quiere un cambio. No puede salir a la calle. La mafia de la droga en San Martín, La Matanza… Estoy convencido que Diego Santilli es el mejor candidato. Él puede demostrar su experiencia real en la lucha contra el delito. Tenemos la tasa de delito más baja de la historia en la Ciudad.
¿Pero existe posibilidad de acuerdo con José Luis Espert o Javier Milei?
Siempre tenemos la vocación de ampliar nuestros espacios. Ya sumamos a Cynthia Hotton, que hizo una buena elección en 2021 en la provincia. A Espert lo respeto muchísimo como economista.
¿Cómo ve en general la gestión de Kicillof en la provincia de Buenos Aires?
Los resultados están a la vista. Tenemos una inseguridad galopante; es gravísimo. Kicillof tuvo las escuelas cerradas muchísimos más tiempo que la Ciudad. Muchísima gente de la provincia se viene a atender en hospitales de Buenos Aires haciendo viajes en colectivos de más de dos horas. Por donde se lo mire tiene problemas; no se han hecho obras significativas. Seguridad, salud y educación, que son los pilares de un gobernador, dejan muchísimo que desear.
Kicillof fue muy criticado cuando era ministro de Economía del kirchnerismo pero derrotó con claridad a Vidal en 2019. Ahora también lo cuestionan pero la oposición reconoce que las encuestas lo ubican como posible ganador. ¿A qué lo atribuye?
La gestión es muy mala. Esperemos el resultado de las elecciones: las intermedias de 2021 les ganamos. La gente quiere un cambio; está harta de la inseguridad. No se puede vivir. Rejas, rejas, tras rejas.
Más allá de la discusión judicial, porque hay un fallo de la Corte en ese sentido, ¿cree que la Provincia necesita más fondos? ¿Cómo encararía ese tema que le preocupa tanto a los bonaerenses?
Los bonaerenses han sido perjudicados por la coparticipación, por donde lo mires, es una realidad. Hay que hacer un replanteo del sistema de distribución de Nación con las provincias. Tomás la coparticipación per cápita y claramente han sido perjudicados. Estamos en deuda con eso. (DIB) FD