La UVC festejó con una raviolada sus 50 años de vida polÃtica. El comité estuvo lleno de simpatizantes y representantes conservadores y fue necesario a último momento poner más mesas y más sillas.
También estuvo presente el Intendente Etcheverry con todo su gabinete y concejales.
El presidente Enrique Oyarzun fue el principal orador de la noche.
Dijo: “es una alegrÃa inmensa que estén presentes y poder festejar todos juntos estos 50 años de la UVC”.
“50 años que nos han tenido con presencia ininterrumpida en la polÃtica lobense y en la que dejamos una huella marcada a fuego con la intendencia de Juancho Erriest”, destacó.
También hizo referencia a los valores de la UVC, cómo “la honestidad, la austeridad, la responsabilidad en el manejo de los fondos públicos, la eficiencia y el respeto por todos los vecinos”.
Y pidió a los militantes “defender y difundir los principios conservadores, cómo la libertad, la cultura del trabajo y del esfuerzo, el respeto por la propiedad privada y la meritocracia, principios que hoy están siendo atacados, para volver a ser el paÃs que queremos”.
No dijo nada en cambio de la polÃtica lobense. Aunque muchos tomaron la presencia en masa del gobierno de Etcheverry como una señal de acercamiento entre ambas fuerzas polÃticas, hoy aliadas dentro de Cambiemos.
Homenaje
También como parte de la celebración el comité conservador hizo entrega de diplomas a militantes históricos y referentes del partido.
Fueron recibidos por Carlos Celma y el “Negro” Cervela (integrantes de la primera comisión directiva de la UVC hace 50 años y presidida por don Ernesto Picabea), Mario Palazzessi, Nora Curti, Ana Maria Picabea y “Chiquita” Moggia.