Hace dos semanas un repartidor de helados que circulaba en moto por la zona céntrica fue mordido por un perro de la calle. El ataque le produjo serias heridas en la pierna.
“Es el mismo perro de siempre, color blanco con manchas negras”, dijeron amigos del delivery.
Incluso, ya lo tienen tan identificado, que hasta le han puesto nombre. Lo llaman “cuarto zorro”, porque se la pasa corriendo las motos.
El nuevo ataque se suma a muchos otros que han venido ocurriendo en el último tiempo.
Hace poco, por citar otro ejemplo, un pequeño fue atacado en la puerta del Banco Provincia, provocándole heridas en la ceja.
“Dos centímetros más abajo y le sacaba el ojo”, dijeron familiares del menor.
Por tal motivo cada vez es mayor la preocupación y también la cantidad de reclamos.
Nadie niega que el municipio se ha venido ocupando y se sigue ocupando de la problemática, pero no alcanza.
Está muy bien que invierta fondos en campañas de esterilización y castración. Es dar solución a una parte del problema.
Pero falta ver todavía qué se hace con los perros del centro. Están muy instalados y por ahora nadie se está ocupando.
Hasta la propia gente se vuelve cómplice, dándoles de comer. Tal situación se observa mucho en confiterías, bares y panaderías.
Los perros actúan por instinto y es obvio que, si les dan de comer, van a seguir estando.
“Alguien se tiene que ocupar. Yo no tengo nada en contra de los perros. Tengo uno en casa, pero lo tengo atado. Acá en el centro, si nadie se ocupa del problema, en cualquier momento va a ocurrir un hecho grave”, advirtió un hombre, muy preocupado por la situación.
Trencito
En las últimas semanas otro hecho que agravó la problemática es el tradicional trencito infantil.
Aprovechando los días de primavera comenzó a realizar sus habituales paseos céntricos y los perros se enloquecen con su paso.
Lo persiguen enceguecidos, furiosos, llevándose todo por delante. Bicicletas, autos y hasta peatones.
“El municipio y las asociaciones de animales tendrían que juntarse y ocuparse en serio del problema. Hasta todos hablan, dicen que lo van a hacer, pero nadie ha hecho nada. Después cuando uno los corre para evitar ser mordido, enseguida saltan los protectores para denunciar maltrato”, dijo una madre, que también llamó al diario para manifestar su alarma.