Los 70 años de la línea Empalme Lobos, anécdotas, recuerdos y sentido de pertenencia

Momentos emotivos, muchos recuerdos y sentimientos, se vivieron anoche en el Spa Aquae Sulis Resort, en el Café Literario que organizó el Grupo de Apoyo a la Cultura en el marco de Lobos Arde Late Editorial.

Los 70 años de historia del Expreso Empalme Lobos reunió a los continuadores del trabajo de los pioneros, choferes que pasaron por la empresa, y muchos de los que fueron pasajeros a lo largo de siete décadas de continuidad.

Hablaron Cristina Gianastasio de Lacoste, hija del Negro, y los hijos de Ramón Rosso, Guillermo y Claudio.

Y por invitación de Claudio, también dejaron sus testimonios choferes  como Pichi Casaux, Fito Barloni, el “Cordobés” González, el “Flaco Buis”, Lucho Beltrán, el “Potro Bardi” y Ezequiel Buis, quien forma parte actual del plantel de choferes, y que también protagonizó el momento musical del evento.

En la introducción, recordó Blanca Giaccone que “la línea Expreso Empalme Lobos se inició en la década del 50 con Roberto Dotti y Jorge Gardenal, y fue luego comprada por Teobaldo Gianastasio y Ramón Rosso, quienes la transformaron en la empresa que aún continúa su familia”.

“En sus comienzos, el colectivo se detenía media hora en la estación de trenes de Empalme, esperando a los pasajeros que bajaban del tren, luego amplió su recorrido a la Villa Cattoni, y de regreso a su terminal principal, la estación de trenes de Lobos en avenida Alem. Más adelante en el tiempo, se extendió el recorrido al Cementerio, Salvador María y Laguna de Lobos, la parada principal en el centro era la Confitería Las Familias”, amplió.

Cristina Gianastasio expresó: “es una muy linda noche para recordar, porque esta empresa significó el sacrificio de toda la vida de papá, y nosotros lo acompañamos siempre”.

Guillermo Rosso rememoró que “yo tenía un año cuando papá empezó con el colectivo, hasta los 18 o 20 años fui hijo y después empezamos a participar cuando pudimos trabajar, fuimos chofer, administrativos, de todo como se hace en una empresa familiar”.

Y Claudio Rosso resaltó que “la honestidad y el don de bien que tenían tanto el Negro como mi viejo, fue la base de todo lo que aprendimos, y la gente es la que también mantuvo estos 70 años del colectivo”.