
¿Sos mamá? ¿Estás por serlo? ¿Escuchaste hablar del Movimiento Libre del Bebé?
Si no lo hiciste y no sabés de qué se trata, te lo contamos. Es muy importante que lo conozcas y principalmente que descubras sus beneficios.
Silvia Dufau, Maestra Jardinera y Puericultora, colaboradora de LA PALABRA Mujer, resume: “el Movimiento Libre del Bebé es una pedagogía sobre la que escribió en el año 1947 Emmi Pikler, pediatra húngara que se dedicó a observar e investigar niños y niñas menores de 3 años”.
Características
El Movimiento Libre, precisa la profesional lobense, quiere decir que respetemos su capacidad para moverse, jugar y relacionarse con lo que lo rodea, como son los objetos (materiales y juguetes).
También que el espacio físico para moverse resulte seguro y siempre haya un adulto que lo acompañe en cada momento.
Este proceso se construye todos los días hasta lograr un día lo esperado, que el niño o niña gire solito/a, se siente solo/a, gatee, se pare o camine.
En definitiva, lograr el desarrollo psicomotor es un proceso madurativo que no necesita de enseñanza y menos de entrenamiento forzoso.
El desarrollo armónico de la lateralidad, poder agarrar cosas, el equilibrio y el movimiento puede estar asegurado cuando dejamos que estos maduren y se desarrollen a su propio ritmo, que debe partir de las iniciativas del bebé y no por parte del adulto.
Las principales recomendaciones
- El espacio físico para jugar tiene que ser duro, se puede recubrir con alfombra o manta que al apoyar al bebé no se hunda y sea firme.
- Ropa cómoda para moverse preferentemente estar sin zapatos, lo ideal es no tener las medias, porque el bebé para girar necesita el apoyo de los dedos del pie, lo mismo para sentarse, gatear, pararse y luego caminar.
- Cuando el bebé gatea, hay que asegurar el resto de la casa o cercar una zona de juego para que no haya peligro de que toque o agarre algo que lo pueda lastimar. Si no podemos cercar el lugar donde va a jugar el bebé hay que retirar de la casa objetos peligrosos, asegurar puertas sobre todo de la cocina.
- La posición inicial siempre es boca arriba, y de ahí parten todos los movimientos, mira al adulto a los ojos, antes de apoyarlo en el piso acompañamos con la voz.
- Juguetes pueden ser pelotas, objetos de tela, madera, elementos de la cocina que hagan ruido, antes mirar que sean seguros para jugar.
- Acompañar de música, evitar las pantallas.
- Mirar al bebé, los movimientos que realiza son increíbles.
- Sentarse en el bebé y compartir este momento de conexión y juego.
- Evitar el uso de andador. Ocasiona problemas en el desarrollo fisiológico del bebé.
- Disfrutar de los cuidados cotidianos: el baño del bebé, el cambiado y el momento de la comida son parte de su crecimiento sano.
El rol del adulto y su importancia para que el bebé pueda jugar tranquilo
¿Si no debo intervenir en su movimiento no debo hacer nada? Todo lo contrario.
El papel del adulto es muy importante y necesario, tal vez en casa nos pase que no juega o se entretiene mucho solo/a las primeras veces necesitará más tiempo de la presencia del adulto, el acompañamiento y el soporte de nuestra mirada, voz, caricias, cercanía y brazos.
El bebé para jugar necesita estar tranquilo, no tener hambre o sueño, esta necesidad básica impide que pueda estar conectado para jugar.
Tener confianza implica sentirse seguro, en el espacio que preparamos para que juegue motivado para moverse y desplegar el potencial que por naturaleza tienen los bebés.
por Silvia Dufau, Puericultora y Maestra Jardinera. Talleres para mamás y papás – Juego y Movimiento libre con tu bebé
Instagram: @sildufau.puericultora