
Cientos de fieles de todas las edades caminaron en procesión encabezada por la imagen de la Patrona, dando la vuelta a la Plaza 1810.
Por el clima se decidió celebrar la Misa dentro del Templo, presidida por el Padre Claudio Mosca y concelebrada por Giecco y Figueroa.
“Es lindo mirar este templo y decir que hoy nos queda chico”, comenzó diciendo el Párroco.
Remarcó que “este año hemos querido poner el acento en la esperanza. Muchos motivos tenemos para perder la esperanza, en la vida de cada familia hay muchas razones para perderla, a veces porque hay alguien de los nuestros que está enfermo y la pasa mal; otras veces porque perdimos a alguien que queríamos mucho; otras veces porque la guita no nos alcanza y no podemos tener todo lo que quisiéramos sobre la mesa; porque muchas veces ponemos nuestras expectativas en quienes nos llevan al fracaso”.
“Y por eso queremos mirar a María, y pedirle a ella que es Madre de Esperanza, que nos bendija acompañándonos, sosteniéndonos, animándonos”, sostuvo.
En el final de la Misa se bendijeron las imágenes de la Virgen de Luján que inician la visita a los hogares.
Luego se sirvió chocolate con tortas fritas, mientras los grupos de pastoral de la Parroquia mostraban sus actividades en los stands armados a ambos laterales del templo.
La fiesta concluyó con bailes y música aportada por los niños de Catequesis, las catequistas, alumnos del Colegio Parroquial y la Peña Mayka Sumaj con su grupo menor.