La semana pasada la ciudad fue una boca de lobo, por inconvenientes con el alumbrado público.
Gran cantidad de luminarias salieron de funcionamiento y dejaron la ciudad a oscuras.
El problema tuvo como principal epicentro la zona céntrica, en las calles Salgado, Castelli, Almafuerte, Estrada y adyacencias.
Pero también se replicó en otros sectores, más alejados del casos urbano, como las calles Arévalo o Mastropietro.
En poco tiempo, debido a la dificultad, se registraron multiplicidad de reclamos.
Vecinos de arterias afectadas por el mal funcionamiento del servicio, se manifestaron en las redes sociales, expresando su malestar con el municipio.
La Secretaría de Obras Públicas, a principio de semana, deslindó responsabilidades.
Miedo por robos y accidentes
“El problema es de EDEN, no nuestro”, afirmó el Secretario Catriel Carboni, consultado por este medio.
Trascendió incluso que el propio funcionario llamó muy enojado al gerente de EDEN, que se encontraba de vacaciones, para pedirle que en forma urgente se ocupe de atender los reclamos de los vecinos.
“Hay inconvenientes con el alumbrado público que no dependen de nosotros, como en este caso. Pero por suerte está todo solucionado”, esgrimió Carboni.
El problema, sin embargo, se subsanó a medias y sólo en el centro. Hay cuadras de la periferia que todavía se encuentran sin luz, motivando las quejas lógicas y razonables de frentistas, automovilistas y ocasionales transeúntes.
“Hace más de una semana que estamos así. A las 20 ya tenemos que cerrar, por miedo a que nos roben. ¿Quién nos va a pagar lo que no estamos recaudando? ¿El municipio o EDEN?”, dijo ofuscada la propietaria de un comercio ubicado en la zona del cruce.