Llama la atención, pero es coincidente con lo que en general viene pasando en muchos ámbitos, hasta no hace demasiado tiempo considerados solo para hombres.
El hecho, de todos modos, no deja de resultar novedoso. En la Escuela Técnica lobense, por primera vez, el pañol o taller de herramientas (lugar sagrado si los hay para la institución que año a año forma decenas de técnicos mecánicos) quedó a cargo de una mujer.
“Y sí… Al principio me miraban con cara rara. No voy a negarlo”, admite entre risas, pero con sinceridad, la Profesora Graciela Varela, nueva pañolera del Colegio Industrial.
“Es la primera vez que en el colegio contamos con una mujer en el cargo. Estamos muy contentos por su incorporación”, precisa la Profesora Silvia Toselli, directora de la institución.
“Quizás resulte llamativo. Es verdad. Pero puertas adentro lo tomamos con naturalidad. Hoy, cada vez más, la Educación Técnica dejó de ser un ámbito exclusivo para hombres. De hecho, no sólo hay otras profesoras. También contamos con muchas alumnas”, explica.
“Desde chiquita me gustaron las herramientas”
Así y todo, por más que de un tiempo a esta parte el sexo femenino ha comenzado a ganar terreno en el ámbito de la Educación Técnica, lo de Varela al frente del pañol no deja de resultar novedoso.
Además, cabe agregar, la escenografía del lugar también cambió.
Hoy en el pañol no sólo hay herramientas y máquinas. Hay también flores, coloridos carteles y hasta adornos.
“Me gusta. Es como hacer más distendido y divertido el lugar donde pasamos muchas horas”, explica la docente sobre el toque femenino que comenzó a darle al taller.
“¿Si me sentí discriminada o ninguneada? No, nunca. Sí noté caras de sorpresa y hasta de cierta desconfianza los primeros días, pero es normal. Calculo que muchos habrán creído que como soy mujer no debo saber ni lo que es un destornillador. Pero siempre me trataron con mucho respeto. Eso lo quiero destacar”, afirma.
Pero además, en contraposición a lo que quizás muchos supusieron al principio, Graciela Varela tiene amplios conocimientos en la materia.
“Desde chiquita me gustaron las herramientas. Así que, si bien esto es un aprendizaje permanente y diario, conozco del tema”, advierte.
“En mi casa tengo mi propio cajón de herramientas y cualquier cosa que se rompe la arreglo yo misma. Por lo tanto, considero que me defiendo bastante bien. Todo lo que es herramientas me apasiona”, cuenta con legítimo orgullo la flamante pañolera del Industrial, la primera mujer en ocupar el cargo que por años resultó propiedad exclusiva de los hombres.