
El reclamo de los trabajadores era un pedido de reducción de la jornada laboral a 8 horas, cuando lo “normal” era trabajar entre 12 y 16 horas.
La protesta, inicialmente compuesta por 80.000 trabajadores, terminó desembocando una poderosa huelga nacional y así afectando a muchas fábricas de Estados Unidos.
La huelga que duró tres días desencadenó en un trágico episodio entre los trabajadores y la policía que fue muy sangriento. Tres días después, se convocó a una concentración en Haymarket Square y tras una explosión murieron varios policías.
Por el hecho, acusaron a 31 trabajadores y condenaron a cinco a la horca y tres a prisión. El juicio fue una farsa y nunca se descubrió quién fue el responsable del atentado.
La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia de todos los trabajadores, instaurándose aquella fecha como el “Día del Trabajador”.
Los “Mártires de Chicago” que lograron la reducción de la jornada laboral a 8 horas fueron los siguientes trabajadores: