
La feligresía de Lobos honró a la Virgen en la fiesta de la Inmaculada Concepción.
La procesión encabezada por la imagen, salió del Paseo de la Historia y la Cultura, donde está entronizada la imagen de la Virgen de Luján que trajeron los ciclistas un 8 de diciembre, fue por Chacabuco, Buenos Aires y Salgado hasta el Templo, en cuyo interior, colmado, se rezó la Misa.
El Párroco Claudio Mosca sostuvo que “María no tuvo miedo de la elección de Dios, y esta es la actitud que tenemos que imitar de María en este tiempo, no tener miedo de Dios que nos busca, no dejarnos aturdir por las banalidades y las estridencias de este mundo”.
Y agregó: “Dios tiene una promesa de salvación para nosotros, una palabra de consolación para su pueblo. Y la fiesta de la Virgen nos ayuda mirar a este Dios que se hace cercano, que quiere ser alegría para los corazones tristes, esperanza para los que están desanimados, consuelo, fortaleza, familia”.
En la celebración, además, se recibió a las imágenes de la Virgen que en este tiempo recorrieron los hogares de nuestra ciudad.