En el marco de la campaña ¨Hábitos Saludables¨, realizada recientemente, se encuestó a niños de entre 6 y 12 años. Las conclusiones obtenidas fueron: Al 92,4% de los niños les gusta ir a la escuela, al 100% de los niños les gusta hacer actividad física en el colegio, el 58% hace un deporte extra escolar, el 32,4 % expresa que juega muchas horas en la computadora y que todos los grupos etarios tienen conocimiento de lo que es una alimentación saludable.
Entonces, si los niños demuestran alegría por ir a la escuela, compartir con amigos, hacer actividad física, y tienen conocimiento sobre alimentación saludable… ¿por qué no aprovechar esos años de plasticidad neuronal para implementar hábitos saludables?.
Al respecto hablamos con la cardióloga de nuestra ciudad, Dra. Paula Citterio, quien nos contó sobre la campaña de la Federación Cardiológica Argentina que busca poner en agenda “hablar del corazón de los chicos”, que comenzó el lunes y se extenderá hasta la próxima semana.
Por qué es necesario prevenir desde la infancia
Explicó Citterio que es mejor “promover los juegos entre los chicos” en lugar de “ponerlos a hacer ejercicio”, promover actividades al aire libre, en lugar del uso de tablets y videojuegos. Y por supuesto, cambiar productos industrializados por más frutas y verduras.
Hablar del corazón de los chicos es hablar, sobre todo, de cómo se alimentan y se mantienen físicamente activos a través del juego.
Hoy, advirtió la profesional, la dieta basada en comida chatarra y otros productos industrializados, junto con un esquema de hábitos cada vez más sedentarios, están instalando factores de riesgo que determinarán la salud cardiovascular de nuestra población en el futuro.
La comida chatarra y las pantallas
Existen, básicamente, dos problemas centrales que hay que ayudar a resolver a los chicos: el consumo de productos industrializados (comida chatarra, gaseosas y bebidas azucaradas, galletitas, snacks y demás, que nuestra cultura, a través de la publicidad y otros medios, parece haber convertido en la única dieta “socialmente aceptada”) y la falta de actividad física.
Por tal motivo la Dra. Paula Citterio consideró fundamental que familias y educadores promueven en los chicos el consumo de frutas y verduras y la realización de actividades que impliquen no pasar tanto tiempo frente a las pantallas.
La Organización Mundial de la Salud, la Asociación Americana del Corazón y la Federación Argentina de Cardiología coinciden en recomendar como mínimo una hora diaria de actividad física para los niños, desde los 5 hasta los 17 años, y de allí en adelante 150 minutos por semana.