Es la pregunta que debemos hacernos, para no defraudar esta necesaria y oportuna posibilidad de trabajar, de pasear, de tener vida social, en el corto plazo.
Todos sentimos cómo el hartazgo primero se apoderó de nuestra mente y luego de todo el cuerpo.
Para no equivocarnos debemos justificar que podemos ser organizados y tener un sentido comunitario, cuidándonos con todas las medidas de protección que hemos adoptado y que nos tienen que acompañar por un largo tiempo.
La medida de la cuarentena era necesaria, pero lo que pase en el futuro inmediato, también nos arrojará otras conclusiones que debemos sacar.
Si el plazo de 45/50 dÃas era lo máximo a lo que se podÃa aspirar para estar en casa, hay que ver que, si los contagios se producen en cantidad, a lo mejor hubiera sido necesario haber esperado un poco más avanzado el otoño para entrar en cuarentena, para que no ocurra esto, que la apertura ya se estaba dando de hecho y hubo que acceder a los permisos, y todavÃa no pasamos el pico de contagio, ni ha habido dÃas de mucho frÃo.
Acá en Lobos, cuando el invierno entra a pegar fuerte, los sistemas sanitarios están al lÃmite, tanto el público como el privado. Asà que debemos cuidarnos mucho más por esta circunstancia y no sorprendernos si sentimos la sensación de desprotección si aparece algún caso que debe requerir internación o cuidados intensivos.
Tampoco, en este caso, se debe culpar a la apertura reciente. Sà a los que no se cuidan o los que creen que todo fue exagerado. En temas de salud, más vale prevenir que curar, en pandemia mucho más todavÃa.
Tenemos la suerte de ser una comunidad sana y de pertenecer al cÃrculo de las ciudades libres de coronavirus. No exhibamos esa patologÃa argentina de creernos los piolas del mundo, de pensar que a nosotros no nos va a pasar. Eso dependerá de lo que hagamos.
El 6 de mayo cumplimos 38 años de nuestra fundación. En ese entonces, en 1982 cuando comenzó nuestra existencia, estábamos en guerra por las Malvinas. Por vivir el exitismo que nos transmitÃan nuestros trasnochados gobernantes, no veÃamos que nos enfrentábamos a la peor tragedia contemporánea. Hoy la lucha es contra un ser invisible. Sabemos el método y sabemos el peligro que corremos. Es decir, una vez más somos los responsables de nuestro propio destino. Escribamos la mejor página de éxito de nuestra historia.
Marcelo Blasco
Director