Recordó Hernández que  “este es un programa que tiene varios años y nosotros lo continuamos porque nos cierra desde todos lados, ya que se trabaja con la recolección del aceite vegetal usado, el de las milanesas y las papas fritas, lo viene a buscar una fábrica de bio-diesel, y con la venta se beneficia a una institución que en este caso será la Cooperadora del Hospital”.
Remarcó que “contamos con 38 comerciantes adheridos, algunos de ellos generan 60 litros por semana, otros 10, otros muchÃsimos más, el año pasado se recolectaron poco más de 15.000 litros, y nos ponemos a pensar en lo importante que es que esa cantidad en lugar de ir a parar por las cañerÃas a la planta de tratamiento de efluentes y complicar tanto, va a una fábrica para producir bio-diesel”.
También se refirió a la participación de las familias desde el hogar. “La decisión es de cada uno, que el aceite que usamos en casa vaya a la pileta de la cocina o al patio de casa, o que lo coloquen en una botella, lo traigan al Galpón Bicentenario o nos llamen para que lo pasemos a buscar”, afirmó.
EloÃsa Bermejo, de La Vaca Atada, contó que “al principio a nosotros nos generaba un problema decidir qué hacer con el aceite que tirábamos. Desde hace dos años esta empresa viene a buscar el aceite y nos dieron una gran solución”.
Y Hugo Saibene, presidente de la Cooperadora del Hospital, dijo que “el trabajo que están haciendo es beneficioso para toda la comunidad aunque no nos demos cuenta”.
Afirmó que “estamos agradecidos por haberse acordado de la Cooperadora del Hospital, y ese dinero será bien invertido para seguir ocupándonos de la salud de la población”.