Sin lugar a dudas, la pasada, fue una semana muy complicada en la relación de los usuarios con la empresa de energía eléctrica en nuestra ciudad.
La rotura de la conexión que trae energía desde Luján y las muchas horas que estuvo nuestra ciudad sin luz, hicieron que se sucedieran una serie de reacciones que, sin bien son naturales, pueden ser evitadas.
Para ello es imperioso que se pongan en marcha las medidas necesarias para constituir un comité de seguimiento del plan de inversiones que tiene EDEN en marcha y que ha sido informado oportunamente.
La existencia de microcortes, cortes prolongados con roturas de artefactos incluidas, más las horas perdidas de producción es insostenible con este nuevo cuadro tarifario, si los usuarios no tienen la certeza, la confirmación, de que el esfuerzo que realizan para pagar la facturas todos los meses se va a trasuntar en una mejora sostenida en el servicio.
Ahora bien, también es injusto si la empresa viene cumpliendo con dicho plan y sólo falta el tiempo necesario para revertir el calamitoso estado en que quedó todo el complejo eléctrico, reciba críticas, por lo menos con el tenor de los últimos tiempos.
Los organismos de control fallan
Sabido es que el Estado es pésimo al tiempo de controlar. Los organismos de control fallan, están verdaderamente pintados. Los usuarios son los únicos que siempre sufren las consecuencias y como dicen los chicos… “a llorar a la iglesia”.
Entonces no queda otra que crear una comisión de seguimiento de las obras que se llevarán a cabo.
Un organismo integrado por representantes locales, del gobierno, del Concejo, de las entidades empresarias como CAMIL y la Cámara de Comercio, la oposición, entre otras. Estos podrán asesorarse incluso con entendidos en la materia, como ingenieros.
Así, luego de cada anuncio y en cada inicio de obras, este comité podrá informar sobre la marcha de los trabajos. De esta manera, los usuarios tendrán la certeza que las abultadas tarifas que pagan hoy son para mejorar el servicio y dejar de sentir esa sensación de desasosiego, desesperanza y bronca que existe en la actualidad.
Sabido es que revertir el descalabro de todo el sistema, luego de 12 años de derroche y demagogia, no será de un día para el otro. Por eso es necesario que alguien audite lo que se hace, ya que sería una injusticia fustigar a la empresa si viene invirtiendo lo que debe y también que los vecinos sufran todo tipo de privaciones para estar al día con este vital servicio si la empresa no cumple con sus obligaciones.
Desde estas páginas se informó el mes pasado que EDEN culminó con una obra por un valor de 2 millones de pesos e informó el detalle de todo lo actuado.
Por otra parte, empresarios reunidos en CAMIL expresaron que en la zona no existen los problemas que hay en Lobos.
Son dos visiones de un mismo problema que debe ser abordado con celeridad de parte de la empresa y con el compromiso de los dirigentes y de los vecinos que vayan a integrar la comisión como la que estamos proponiendo, pero que no viene a ser otra cosa que hacer lo necesario para llevar tranquilidad a toda la comunidad o para sancionar a la empresa si el servicio eléctrico no mejora por falta de cumplimiento.
La participación ciudadana debe ser permanente. No alcanza con ir a votar cada dos años. Involucrarse directamente en este tema tiene como premio ser partícipe de la mejora de un recurso que es vital para el desarrollo de toda la comunidad.
Marcelo Blasco, Director