Norma tiene 53 años y concurrió a LA PALABRA, preocupada por la situación que está viviendo.
La mujer, que por temor pidió mantener su apellido en reserva, dijo que el mes pasado recibió una factura de la empresa Movistar, con una deuda de 9.250 pesos, por un celular que no es de ella y nunca usó, pero que figura a su nombre.
El caso de Norma, que en principio resulta extraño, es en realidad uno más entre otros.
La Ayudante Fiscal, Dra. Gisella Dupraz, consultada por LA PALABRA, dijo que en las últimas semanas se produjeron varios casos similares.
“Es una modalidad de delito dentro de todo nueva, o que por lo menos, creció bastante en el último tiempo”, advirtió.
“En todo el 2021 y en los últimos meses en particular hemos tenido varias denuncias y consultas. Pasa lo mismo que con las estafas bancarias o telefónicas”, señaló la Dra. Dupraz.
Modus operandi
Lo principal, indicó la funcionaria judicial, es hacer la denuncia de inmediato. Principalmente en Defensa del Consumidor, para solicitar la baja automática de la línea.
“Lo que hacen los delincuentes es comunicarse con las empresas telefónicas, pedir una línea e inscribirla a nombre de un tercero. Lamentablemente las empresas con tal de vender no ponen muchos requerimientos, por lo tanto el trámite es bastante sencillo”, explicó.
La estafa (así está tipificado el delito) puede ser cometida con dos fines: hablar o usar Internet gratis, hasta que la víctima tome conocimiento y la cancele, o lo que es peor, cometer otras estafas, como solicitar créditos bancarios o secuestros virtuales.
“Es un problema importante para la víctima, porque en caso de una estafa virtual, cuando se establezca el número de teléfono del cual se cometió, el primer responsable resultará su propietario”, advirtió Dupraz. o